Todas las revoluciones en la historia han llevado una dosis de violencia, tanto física como psicológica, es necesario decir que no solo las revoluciones sociales guiadas por obreros y campesinos, sino también las mismas revoluciones burguesas, que incluso llegaron a decapitar a reyes, la revolución de octubre, la revolución cubana, la revolución sandinista, así como también han sido violentas las revoluciones independentistas, en la que podríamos incluir la independencia de la india del imperio británico, que fue bajo resistencia pacífica, pero que conto con un gran contenido violento, la resistencia de por sí ya implica violencia, por ello el pacifismo absoluto no existe como tal, todas nuestras actitudes y comportamientos tienen un contenido político y expresan posiciones en la sociedad, especialmente en un sistema que tiene entre sus planes comerciales homogenizar a la especie humana, el marketing comprende el incentivo necesario a la exacerbación del consumo y con ello el incentivo necesario a aceptar un modelo económico y reproducirlo bajo la precaria filosofía del sentido común, todas las actitudes y comportamientos vistos en la sociedad reflejan el modelo económico y social, especialmente en la fase superior del capitalismo y en el mercado globalizado. solo basta mirar cual es el prototipo de belleza aceptado y nos daremos cuenta cual es la hegemonía que impera, basta con ponerse a pensar porque una niña de quince años intervendría su cuerpo quirúrgicamente y entenderemos bajo que lógica se rige la sociedad, al igual que bastaría pensar por que Estados Unidos invirtió 250.000 millones de dólares para salvar a la banca nacional, y no los invirtió para acabar el hambre en el mundo, con ello abasteceríamos a toda la humanidad durante ocho años, ¿Qué tal?. Lo cierto es que esta sociedad se ha edificado a partir de la violencia, la dialéctica así lo demuestra, producto de todas las contradicciones presentes en la sociedad es que se ha permitido el desarrollo de la humanidad a partir de la superación de las mismas, Marx lo explicaba en su desarrollo teórico del materialismo histórico, asegurando que la historia de este mundo no ha sido más que la historia de la lucha de clases, lucha de clases, que no ha culminado y que hoy en medio de una crisis económica mundial se quita la máscara.
Hoy en la República Bolivariana se manifiesta abiertamente esta lucha de clases, aunque hasta los mismos funcionarios de gobierno lo intenten negar, pero sabemos que el sol no se puede tapar con un dedo, existen declaraciones del mismo Müller Rojas haciendo referencia a ello, cayendo en los argumentos Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. de la derecha de que somos un mismo pueblo y que aquí no se pretende dividir a los venezolanos, esas posturas no permiten el avance de la clase obrera ni de los sectores históricamente excluidos del pueblo de Bolívar sino que por el contrario, arma de argumentos a la burguesía, distorsiona la verdadera lucha y aumenta la zozobra de los sectores revolucionarios sobre el camino a seguir, además pone en duda el carácter revolucionario de este gobierno, que no ha entendido el significado del socialismo, es más, si no se reconoce que la lucha es de clases, se reconocerá que este será un gobierno de turno más que pasara a la historia, que a pesar de todos sus aciertos y reivindicaciones dejara una burguesía políticamente más fortalecida y dejara una clase trabajadora desmoralizada del socialismo. Por ello es necesario luchar desde las bases en la construcción del socialismo, no se puede pretender que el socialismo lo construyan nuestros parlamentarios en la Asamblea Nacional, hay que dar la pelea en cada espacio, los campesinos deben luchar por sus tierras, los obreros deben tomar las fabricas para impulsar el modo de producción socialista, sin ello estaremos labrando en el mar, porque es de allí donde se desencadenan las relaciones sociales, y de donde obtenemos las condiciones materiales necesarias para vivir, este es el problema estructural del sistema capitalista, si el edificio está a punto de caer no puedes construir encima de él porque caerán juntos, por ello es necesario la destrucción del sistema por cualquier vía, no podemos caer en el revisionismo, ni en el reformismo, ni mucho menos en el etapismo de revolución, hay que derrotar esas doctrinas porque de nada sirve cambiar las normas para perpetuar las formas -no se puede impulsar, por ejemplo, una ley de educación si no se ha transformado el modo de producción, nos podrán inculcar moral y luces y podremos hacer revolución en las aulas pero después nos veremos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo en la primer multinacional que la ofrezca- es necesario que el poder recaiga sobre la clase trabajadora y se debe empezar reconociendo que la lucha es de clases ya que solo se hace camino al andar en la táctica pero en la estrategia el camino es solo uno: el socialismo.
La clase obrera es el sujeto histórico de la revolución, porque es la clase nacida en el seno del sistema capitalista antagónica a la burguesía, “es no sólo hoy la clase más numerosa y homogénea, sino la que pone en práctica los métodos productivos y de circulación más avanzados, de su trabajo depende el funcionamiento del conjunto de la sociedad capitalista, por lo cual, es la única clase que, expropiando a los capitalistas, tiene en sus manos los medios para terminar con el hambre y la desigualdad. Al interior de los lugares de trabajo el mismo capital entrena a los trabajadores en la planificación, mientras en la competencia entre los capitalistas reina la anarquía y las crisis periódicas. Este es uno de los motivos por los cuales la clase trabajadora, como descubrió Marx, puede hacer surgir de las entrañas del mismo capitalismo, un sistema social superior, para lo cual tiene que encabezar una revolución que derrote la resistencia violenta que ejercerá el Estado burgués para defender la propiedad privada”1. Hoy, en el marco de una crisis mundial y de un proceso de liberación nacional, es necesario que se llame a la reflexión y al estudio de las condiciones concretas con el objetivo de poder reafirmar una revolución socialista en la patria de Bolívar y entender que el socialismo es la elaboración científica que emancipara a los trabajadores y no una propuesta de gobierno de un partido, el socialismo es como lo reafirmaba Fidel: una necesidad histórica.
Francisco Ortiz.
Estudiante de ciencias políticas UCV.
Militante de la JCV.
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