11.1.10



Esta semana que acaba de concluir le ha demostrado a los fascistas mal llamados hondureños, que la Resistencia sigue viva, que las elecciones fraudulentas ni el imperialismo norteamericano la han asesinado, pues los ideales de todo un pueblo no pueden ser suplantados a punta de bayonetas ni de fusiles, que el cerebro de un pueblo no se puede lavar con cercos mediáticos de medios vendepatria, ni sacando a fuerza de las armas al Presidente que el pueblo eligió.

También los fascistas no supieron darse cuenta que las consignas de la Resistencia van más allá de la restitución del orden constitucional en Honduras, roto desde el 28 de junio pasado y que no se restaurará el 27 de enero con el ascenso de otro líder golpista en el Poder, con el descaro de los sectores más conservadores y cínicos imaginables en el país, que se niegan a ver la verdad, se niegan a reconocer la realidad del país, y hasta se negaron a reconocer que el 75% de los hondureños no asistieron a las urnas en el circo electoral del 29 de noviembre.

A fuerza de balas nos quitaron la libertad, y desde ese día la batalla se ha iniciado, y seguirá más allá del 27 de enero, hasta que un líder que gobierne para los hondureños regrese a la silla presidencial, y se expulse del poder a los golpistas que solo les interesa lo que quiere 10 familias en el país, prueba de que la batalla continúa es esta multitudinaria marcha, que tapa muchas bocas, de esos que creyeron que ya había acabado todo, de esos imperialistas que siguen creyendo que la solución es el fracasado acuerdo impulsado por los Estados Unidos, lo mismo pasa por la amnistía que impulsa el país del norte quién busca la impunidad de los golpistas que usurparon el poder en el país.

El mensaje es claro, el FNRP sigue vigente, la libertad y la esperanza en Honduras tiene color rojo con el rostro de Morazán en negro y una estrella, la esperanza está en quiénes luchamos por ideales y consignas auténticas, y no por farsas como lo hacen los sectores golpistas, los que no saben a qué se oponen, a los que solo les cultivan el odio, a los que no se dan cuenta de la realidad y la necesidad de un 80% del pueblo hondureño.

Una Resistencia que deberá evolucionar en partido político, y asi ir progresando en la lucha, pues con este golpe, los fascistas ya no acaparan todo el esquema político del país.

Creen que callaremos ante los crímenes de la dictadura y todo caerá en el olvido, son ilusos, y también creen que las necesidades de un pueblo se olvidan con atacar a Chávez, en lugar de que los sectores de derecha asuman su responsabilidad por lo cometido.

Los golpistas nos tienen miedo porque no les tenemos miedo

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