No hay que trabajar en el área de las finanzas para saber lo difícil que resulta materializar, a través del aporte de dinero, una idea. Somos capaces de ponernos de acuerdo en múltiples y diversos temas, inclusive llegamos a coincidencias en las formas, pero a la hora de soltar la plata la cosa se complica a tal punto, que no importa si se hace entre familiares, amigos, parejas o comunidades.
Es la primera vez, desde la gesta libertadora en América Latina, que hay un movimiento claro hacia la integración, más allá de los discursos, los himnos, la literatura y poesía. Una integración constante y sonante, algo así como cuando una pareja decide casarse y lo primero que hace es abrir una cuenta bancaria conjunta.
Los amigos del norte, que saben como se bate el cobre y como se tejen los acuerdos, entiendes lo peligroso que es ajuntar la plata en un mismo pote, pues ya ellos lo hicieron, con la diferencia de que el pote lo constituyeron ellos con el aporte de nosotros, y desde allí nos prestaron nuestro propio dinero, nos endeudaron a futuro y, además, establecieron las condiciones económicas para el pago y las mas estratégicas, las políticas. Así garantizaban la permanencia del capitalismo como sistema y nuestra perpetua dependencia ante sus sistemas de producción.
Ahora nos toca a nosotros. Los que es bueno para el pavo es bueno para la pava. La creación de este nuevo ente financiero internacional servirá para financiar, principalmente, la libertad y empezara por libertarnos de deudas para crear las condiciones de construcción de una nueva sociedad de iguales financieros.
Al ver sentados en una misma mesa a seis presidentes suramericanos firmando la creación del Banco del Sur, recibimos el clarísimo mensaje de que “algo” esta empezando a cambiar. Ese mismo “algo” que nos permitió enviar a la Argentina un banquero repleto de petróleo por primera vez en cien años y recibir carne como parte de pago. Ese “algo” que hace que no haya cupo en los vuelos cualquier destino del sur.
Pinta bonito este futuro compartido de este nuevo grupo, otrora victima financiera del Norte, que hoy se une para darle forma concreta a uno de los sueños compartidos en los últimos 200 años. Se me hace muy oportuna la creación de este Banco del Sur como inicio de la celebración de los bicentenarios de las independencias. Llego la hora de la emancipación financiera, nos llego la mayoría de edad económicamente hablando, estamos creando un sistema que respectara tamaños, diferencias, identidades y diversidad, inventando, en resumidas cuentas, una nueva cultura económica basada en el respeto y la equidad a la medida de nuestra región.
FUENTE: Todos Adentro. Semanario cultural pagina 37, Sábado 15/12/2007. Encartado en el Diario Últimas Noticias
Es la primera vez, desde la gesta libertadora en América Latina, que hay un movimiento claro hacia la integración, más allá de los discursos, los himnos, la literatura y poesía. Una integración constante y sonante, algo así como cuando una pareja decide casarse y lo primero que hace es abrir una cuenta bancaria conjunta.
Los amigos del norte, que saben como se bate el cobre y como se tejen los acuerdos, entiendes lo peligroso que es ajuntar la plata en un mismo pote, pues ya ellos lo hicieron, con la diferencia de que el pote lo constituyeron ellos con el aporte de nosotros, y desde allí nos prestaron nuestro propio dinero, nos endeudaron a futuro y, además, establecieron las condiciones económicas para el pago y las mas estratégicas, las políticas. Así garantizaban la permanencia del capitalismo como sistema y nuestra perpetua dependencia ante sus sistemas de producción.
Ahora nos toca a nosotros. Los que es bueno para el pavo es bueno para la pava. La creación de este nuevo ente financiero internacional servirá para financiar, principalmente, la libertad y empezara por libertarnos de deudas para crear las condiciones de construcción de una nueva sociedad de iguales financieros.
Al ver sentados en una misma mesa a seis presidentes suramericanos firmando la creación del Banco del Sur, recibimos el clarísimo mensaje de que “algo” esta empezando a cambiar. Ese mismo “algo” que nos permitió enviar a la Argentina un banquero repleto de petróleo por primera vez en cien años y recibir carne como parte de pago. Ese “algo” que hace que no haya cupo en los vuelos cualquier destino del sur.
Pinta bonito este futuro compartido de este nuevo grupo, otrora victima financiera del Norte, que hoy se une para darle forma concreta a uno de los sueños compartidos en los últimos 200 años. Se me hace muy oportuna la creación de este Banco del Sur como inicio de la celebración de los bicentenarios de las independencias. Llego la hora de la emancipación financiera, nos llego la mayoría de edad económicamente hablando, estamos creando un sistema que respectara tamaños, diferencias, identidades y diversidad, inventando, en resumidas cuentas, una nueva cultura económica basada en el respeto y la equidad a la medida de nuestra región.
FUENTE: Todos Adentro. Semanario cultural pagina 37, Sábado 15/12/2007. Encartado en el Diario Últimas Noticias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario