4.10.09

¿CÓMO ESTUDIAR MARXISMO?


























EL MÉTODO DE ESTUDIO: EL PLAN DE TRABAJO

El método enseña a extraer el máximo provecho del estudio y a disminuir la fatiga.

Seguidamente se dan algunos ejemplos de métodos que puedan servir para orientar a quien estudia solo.

Como en todo trabajo también en el estudio es altamente útil hacer un plan preciso de lo que se quiere estudiar y del tiempo a dedicar a la realización del plan.

Tanto la escogencia del material de estudio como el tiempo que se ha de conferir a dicho material, dependen del grado de preparación que se posea y de las horas que podamos disponer fuera del trabajo, y del Partido.

Pero el plan es necesario hacerlo. Mucho cuidado con abandonarse a la espontaneidad y estudiar en forma artesanal, así como venga; sucederá que luego de algunos días o semanas, el estudio será abandonado para pasar a otras ocupaciones, e incluso, si tal cosa no sucediese, el estudio realizado en forma desordenada, no orgánica, rendirá poco y dejará muchas confusiones.

El que estudia solo, hará muy bien en preparar un plan para un período ni muy largo ni muy corto; posiblemente el plan mensual sea el mejor.

Una vez decidido el plan, el autodidacta debe cuidar atentamente de la ejecución, y puesto que de uno mismo depende el cumplimiento del plan, debe tenerse la firmeza para realizarlo.

Es un error decir “estudio cuando puedo y tengo ganas”.

En cambio es necesario tratar de destinar al estudio algunas horas fijas en la semana y considerarlas como horas comprometidas.

Si por acaso tuviere que dedicarse alguna de estas horas a otra finalidad, será necesario tratar de recuperarlas al día siguiente o lo más pronto posible.

El autodidacta debe comprometerse consigo mismo a no saltar nunca las horas destinadas al estudio; es decir, que no llegue nunca el día destinado a la segunda parte del estudio, sin que se haya cumplido enteramente con la primera.

El plan de estudio ayuda mucho al autodidacta, ya que encuadrar en el mes, las varias lecturas, estimula y controla a quien estudia solo.

EL MÉTODO: ¿CÓMO ESTUDIAR?

La primera cosa que hay que tener presente es que estudiar no significa solamente leer.

Muchos creen que han estudiado cuando han dado una rápida lectura a un texto, saltando las palabras difíciles, dejando a un lado la consulta de la enciclopedia, para los nombres y conceptos que no conocen, y a veces omitiendo períodos enteros que les parecen poco claros o menos importantes.

Con este sistema se va muy rápido –ciertamente-, pero… ¿qué se aprende? ¿Qué queda del texto leído tan desaforadamente? En lo inmediato poco o nada, o tres días después, ciertamente nada.

El hecho es que para el estudio, como para las compras, vale el proverbio que dice: “lo más barato sale caro”.

Y en efecto, como se ha dicho de las lecturas vertiginosas no queda nada, a lo máximo un vago ruido en el cerebro; se trata, en último análisis de tiempo perdido.

Por el contrario, estudiar es algo bien distinto; estudiar, significa en primer lugar: comprender; en segundo lugar: retener; y en tercer lugar: meditar lo que se ha estudiado.

Por lo tanto, el estudio reclama un tiempo mayor que la lectura, pero también deja huellas más profundas y duraderas.

Un buen método es estudiar siempre con un cuaderno al lado, en el que, capítulo por capítulo, se escriban los vocablos que no se conocen y se han conseguido en el diccionario.

Esta búsqueda de vocablos y de otras noticias que se encuentran en la enciclopedia, debe acompañar a la primera lectura, que debe ser una lectura lenta y paciente.

Quien estudia no teme regresar dos y tres veces al mismo párrafo. Mientras no se haya comprendido y asimilado un párrafo, es inútil seguir adelante.

El texto de estudio –especialmente el ideológico- no es una novela, que se lee para llegar a conocer pronto el desenlace.

Al leer será bueno ir subrayando los pasajes más importantes y hacer al margen aquellas anotaciones que expresan dudas o sirvan para refutar, para aumentar, para desarrollar, los conceptos expuestos por el autor.

Otra cosa: ¿Cuántas páginas es necesario leer en una hora? También aquí la respuesta no puede ser una, y varía según la preparación del camarada y la dificultad del texto; pero en general, si se puede asimilar bien, no debería sobrepasarse las 10 a 20 páginas.

Hay que recordar que lo que más interesa es reflexionar sobre lo que se estudia: no se trata de llenarse la cabeza con un sinnúmero de datos, de nombres, fechas. Trátase por el contrario, de hacer un esfuerzo para ligar el estudio a la situación política en que se trabaja.

Por ejemplo, si se trata de un documento contemporáneo, como un artículo o una resolución, hay que orientar el estudio en el sentido de ver cómo se presenta la situación señalada en el artículo o en la resolución, en la propia región o en el propio sector.

Ligar, pues, siempre el estudio a la situación local y a la lucha política que se conduce hoy: este es el método de estudio que el militante comunista debe seguir.

EL MÉTODO: NOTAS Y RESÚMENES

Una buena norma y particularmente, cuando se estudia solo, es la de tomar muchas notas.

Antes se hizo la referencia a la necesidad de tener un cuaderno para ir escribiendo los nuevos vocablos que se van encontrando y su significado. En ese mismo cuaderno, quien estudia debería apuntar observaciones que le ayuden a comprender, a actualizar el contenido del texto que lee.

Al comienzo serán observaciones simples, casi banales, posteriormente el estudiante se dará cuenta de que puede hacer notas cada vez más amplias, ligando los conocimientos teóricos que va adquiriendo a su experiencia local.

Así el marxismo no se le presentará como algo que interesa solamente a los dirigentes, sino que pasará a ser para el camarada un instrumento de trabajo.

Otra norma muy útil que todos deberían seguir, es la de hacer resúmenes escritos de lo que se ha estudiado. Esto podrá parecer fatigoso, pero es un excelente método para fijar las ideas y también para clarificarlas. El mismo Carlos Marx, que en muchos aspectos es un gran ejemplo de método perfeccionado en el estudio, tenía el hábito de hacer amplios resúmenes. Miles y miles de páginas se conservan en sus cuadernos.

EL MÉTODO: EL ESTUDIO INDIVIDUAL Y COLECTIVO

Hemos visto que el estudio individual es la llave de todo. No obstante, puede presentar algunos defectos; existe el peligro de estancarse ante una dificultad, de desalentarse ante el esfuerzo que hay que realizar, y lo más grave de todo, existe el peligro de encajonarse, de aislarse en el estudio, olvidando que para un comunista, estudiar significa siempre tender a mejorar su propia actividad de militante. Por ello, a veces, es útil integrar el estudio individual, que es el fundamental con el estudio colectivo dando vida a un pequeño “grupo o círculo de estudio”.

El estudio colectivo es muy valioso por cuanto permite la discusión del material estudiado, la clarificación de las dudas y el esfuerzo común para aplicar los elementos teóricos a la situación en que viven y actúan los camaradas del grupo.

Por lo tanto aún cuando no sea posible una lectura común de los textos, por razones de tiempo u otras, hay que procurar reunirse una vez cada semana para discutir, clarificar y profundizar lo que se ha estudiado individualmente.

Según los casos, se podrá encargar a un camarada que haga una exposición donde resuma lo que se ha estudiado, las enseñanzas, las indicaciones y las consideraciones que ha extraído.

Luego cada camarada debería intervenir comunicando sus ideas y sus dudas sobre la lectura realizada. Para finalizar, el expositor resume la discusión.

Un espacio ideal para esto son los organismos de base de la militancia comunista, es decir, las células, en el Partido; y los Colectivos en la JCV.

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