7.10.06
Asesinado dirigente estudiantil en Colombia
Anoche, mientras se desplazaba por las calles de la ciudad de Cali hacia su residencia en el barrio San Judas, fue asesinado el joven Julián Andrés Hurtado Castillo, representante estudiantil ante el Consejo Académico de la Universidad del Valle.
El crimen, de acuerdo a los testigos, fue cometido por un hombre y una mujer que dispararon en dos ocasiones contra Julián Andrés, una de ellas en la cabeza, dejándole en grave estado y huyendo en un taxi que los esperaba cerca del lugar de los hechos: la carrera 46 con calle 14 del barrio Las Granjas, ubicado al sur de la capital del Valle del Cauca.
Julián Andrés Hurtado, quien estaba próximo a graduarse de la carrera de Atención pre hospitalaria y cursaba, adicionalmente, estudios de Resolución de conflictos y estudios políticos, fue trasladado inmediatamente a la unidad de urgencias del Hospital Rafael Cardona y posteriormente, dada la gravedad de sus heridas, al Hospital Universitario del Valle, donde le fue diagnosticada la muerte cerebral en la madrugada de hoy y falleció esta mañana. El director del centro asistencial, Jorge Iván Ospina, aseguró a la prensa esta mañana que la bala había destrozado el cerebro del joven y que, desde su ingreso, “ya sabíamos que era imposible intentar una cirugía, pues el daño en varias de las funciones vitales del cerebro era irreparable”, pidiendo que se aclaren los hechos con prontitud, “dado que se trata de un líder juvenil, un miembro del Consejo Académico, una persona que adelantaba liderazgo social y político en la Universidad del Valle”.
Horas después, miles de estudiantes de la UniValle se reunieron en el campus de esta casa de estudios para definir su posición frente a este acto, señalando en un comunicado que “es evidente que el hecho es político se trata de un Crimen de Estado”.
De la asamblea general partió una movilización de más de 3.000 personas que, justo al salir a la avenida Pasoancho, fue agredida por individuos desconocidos que dispararon sobre la multitud desde un vehículo negro con vidrios polarizados, sin causar heridas a los manifestantes. El secretario de Gobierno departamental, Orlando Riascos, aseguró que los números de placa de este automotor “ya están identificados y los hemos reportado a la policía metropolitana para que haga la investigación respectiva”.
Pese a este significativo incidente, que demuestra claras intenciones de amedrentar a la comunidad, los manifestantes continuaron con la marcha, recorriendo el trayecto que separa a la Universidad del Valle del Hospital Universitario, sitio donde se concentraron para denunciar el asesinato de Julián Hurtado. En el comunicado expedido por la asamblea estudiantil se asegura que el hecho no puede “considerarse como un caso aislado, puesto que, más bien, responde a una orquestación sistemática, ordenada desde el marco de la denominada Política de Seguridad Democrática, decretada por el actual gobierno de Colombia”.
El asesinato del líder estudiantil ocurre, precisamente, dos días después de que un grupo de organizaciones sindicales y de derechos humanos denunciase la presunta existencia de un plan orquestado por la Tercera Brigada del Ejército para silenciar, a través de una serie de detenciones, a importantes líderes populares y personalidades de la ciudad de Cali. El plan, de acuerdo a las denuncias, estaría expresado en un documento titulado “misión de trabajo número 334 y 335” e identificado con el consecutivo FGN CTI SIA 358 y 359, que miembros de inteligencia de la Tercera Brigada habrían entregado a la fiscal 132 seccional destacada ante esa unidad militar, señalando al menos a 13 personas como “miembros de una organización narco terrorista al servicio de las FARC y el ELN”, acusación que los implicados y las organizaciones denunciantes relacionan con la llamada “Operación Dragón”, plan de exterminio descubierto el 25 de agosto de 2004 y que implicaba a militares activos y en retiro, paramilitares, mafiosos y miembros de compañías de seguridad privada en la planificación de asesinatos y secuestros contra 170 posibles blancos escogidos de dirigentes sociales de la región.
Además de desempeñarse como directivo del Alma Máter, en calidad de representante de los estudiantes a uno de los principales órganos de dirección de la misma, Julián Hurtado era miembro de la Comisión de la Verdad constituida por la institución para investigar los hechos que causaron la muerte del estudiante Johnny Silva Aranguren, asesinado por la policía durante una protesta el 21 de septiembre de 2005. En la investigación de este último caso, al igual que en las de otros homicidios cometidos por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), ha reinado el amedrentamiento contra los testigos y los familiares de las víctimas, lo que, sumado a la negligencia en las investigaciones y en la práctica de pruebas por parte de la Fiscalía, ha construido un hálito de impunidad alrededor de estos crímenes de Estado.
Los estudiantes del Valle hicieron un llamado a la solidaridad a todos los universitarios y a las diferentes organizaciones sociales del país para que se movilicen exigiendo justicia en este caso y el cese inmediato de la violencia oficial y encubierta contra la academia. Así mismo, anunciaron que las movilizaciones, a pesar de las intimidaciones, continuarán desarrollándose.
Periódico El Turbión
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